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La cuestión de la repetición:

un trabajo de investigación basado en la práctica

 

“En la performance los originales desaparecen

tan deprisa como se crean.”

~ Richard Schechner (1985)

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            La curiosidad muchas veces nos lleva a volver a lugares sobre los que pocas veces nos preguntamos, porque los creemos conocidos o los vemos resueltos; esta vez la curiosidad me llevó a uno de esos lugares. Dentro de la práctica de una técnica como la danza, la repetición resulta ser una cotidianidad muy presente. Se establece la creencia de que la repetición constituye la certeza o contundencia de una pieza, pero pocas veces nos preguntamos sobre su significado, y lo que para una misma pieza implica el repetir, teniendo en cuenta su naturaleza de arte vivo. Es por esto que llega a mí un despertar curioso sobre el hecho único e irrepetible del performance, especialmente enfocado hacia la danza, pues entendiendo de él que cada acción o paso desaparece cada vez que es, o, cada vez que se performa. Desaparecer está en la esencia del performance, por el hecho de que éste es un arte vivo, pero la repetición problematiza este planteamiento porque ella tiene como propósito no desaparecer. Entonces: ¿dónde se acomodaría la premisa del repetir dentro del desaparecer del performance? Nace así una pregunta de investigación que acompaña de manera coherente los temas que circulan mi pensar sobre el archivo, la repetición y el repertorio: ¿Es la repetición una cuestión de archivo, de repertorio, del rehacer o del renacer?

            Este ensayo se tratará entonces sobre lo que significa e implica la repetición, a partir de un estudio práctico de danza en el cual se cuestiona la realidad repetitiva en acción. Confío, para esto, en una primera gran intuición: el hecho de la repetición busca mantener vivo un archivo - que es la danza a performar - por medio del repertorio corporal - que es el movimiento singular y propio que está y es- convirtiendo así la repetición en un archivo repertorial. Es decir, un archivo que es por el repertorio que se tiene sobre él mismo y que se acentúa por la constancia en el cuerpo y la mirada de un participante.

 

Conceptos claves

            Empezaré por abordar el significado de los conceptos más relevantes, que son: repetición, archivo y repertorio dancístico. Para ello me remitiré a un referente escénico que plantea la repetición como una “restauración de la conducta”. Hablo de Richard Schechner, quien expone: “La conducta restaurada es conducta viva manejada como un director de cine trata una cinta de film [...] puede reacomodarse o reconstruirse, [...] se usa en toda clase de performances por lo que incluye un vasto espectro de acciones.” (Schechner, n.d).

            Entiendo en el planteamiento de Schechner, que cuando ocurre la repetición en un cuerpo vivo, existe una distancia entre una acción minúscula o mayúscula que ya sucedió, y una acción que vuelve a suceder, pero en otro tiempo y bajo otra circunstancia.  Repetir es hacer de una forma nueva algo que ya se hizo.

            El archivo, por su parte, remite a todo registro palpable o visible que sea evidencia de la ocurrencia de un hecho o evento. En el arte, el archivo puede materializarse en videos, libros, imágenes, textos de periódico e incluso en el mismo cuerpo. Finalmente, el repertorio hace referencia a un arsenal de conocimiento que se puede guardar y volver a ejecutar en cualquier momento. En el caso de la danza, podríamos considerar que los lenguajes de movimiento constituyen un repertorio. El repertorio es toda la memoria corporal que se guarda gracias al entrenamiento y la práctica de técnicas y obras coreográficas específicas. Las posibilidades de movimiento que tiene un bailarín son su mismo repertorio.

            Es con la repetición, y la distancia entre sus acciones, que el archivo y el repertorio de un bailarín se inscriben en el cuerpo.

 

Intuición y asociación

          Danzo, danzo y me pregunto cómo todo se repite sin volver a suceder y cómo la vida cambia dejándose pasar. Es como alguna vez dijo Heráclito: “todo es un devenir”. Pues así es, todo cambia, todo pasa, todo sucede por el presente de suceder y cuando ya no sucede, sino que sucedió, entonces se cumple la sentencia de que no nos podemos bañar dos veces en el mismo río (Fernández, 2019). Es así el verdadero flujo de las cosas, el verdadero flujo de la vida, lo que le da poder a la misma danza y existencia, pues entendiendo de ellas que son la vivencia del presente de forma irrepetible.

          Sin embargo, el dilema vuelve a aparecer y me pregunto: ¿dónde queda ahora lo irrepetible en la repetición de repetir? ¿existe el repetir? ¿se puede repetir? O, más bien, hemos creado y construido una palabra alrededor de la cual decidimos aferrarnos por no saber soltar lo que ya fue: repetir. De cualquier forma, ¿de qué nos sirve repetir? Creo que repetimos con la idea de volver a vivir, pero eso es imposible porque mientras sigamos bailando, mientras sigamos respirando, no podemos dejar de vivir y ¿cómo se vuelve a vivir sin haber muerto? Entonces el repetir no existe, ni tampoco tal cosa como el rehacer o renacer, más bien, se hace y se vive cada vez, cada instante, cada momento. Y en el movimiento que se vive, que es y se performa, no tendrían que relacionarse directamente el archivo o el repertorio, todo podría ser simple cuestión de bailar.

 

Estudio en la acción práctica

            Para culminar este proceso, quiero reflexionar sobre lo que la repetición genera, busca y propone desde la acción. Para ello hice un ejercicio de danza que consta de cuatro momentos.

            Primero trabajé en la construcción de tres secuencias de composición coreográfica, explorando diferentes posibilidades del movimiento. Cada secuencia dura entre 20 y 50 segundos. Segundo, trabajo la repetición de las secuencias bajo cuatro premisas diferentes:

 

  1. Ejecución de la secuencia y buscar la repetición más fiel posible (casi exacta a como fue creada)

  2. Ejecución de la secuencia con la intención de llevarla corporalmente al máximo de expansión

  3. Ejecución de la secuencia bajo la intención de ser transmisora de emoción (generar confusión, miedo y alegría)

  4. Ejecución de la secuencia con el propósito de ejecutarla de la forma más rápida posible.

 

            Durante el proceso llevé una bitácora que me conectaba directamente con la experiencia de la práctica.

  • “Esta fue una buena repetición”

  • “Salió muy parecido”

  • “¿Rápido es muy rápido o un buen rápido?”

  • “Es distinto, pero igual lo conservo”

  • “Hay una forma y una deformación”

  • “Nunca me siento igual, siempre hay algo en mí que cambia”

  • “Si siento, la repetición es distinta”

  • “Sé que está, está en mi memoria”

  • “Amor, pasión y entrega”

  • “Para entender qué es repetir, vuelvo a repetir”

          (Fragmentos de texto de mi ejercicio práctico)  

 

            Los resultados de este proceso de exploración me dejan muchos hallazgos. Por ejemplo, en todas las repeticiones de las secuencias que correspondían a la ejecución exacta, me sentí bailar de manera muy rígida, sentía al cuerpo más en la mente que en la misma acción. Eso me hizo entender que la repetición busca, más que una memoria lineal, una memoria holística, y que cuando el pensamiento dirige la acción, es menos probable que el movimiento sea honesto. Gracias a las repeticiones de máxima velocidad, encontré que la carga energética es muy cambiante porque crece en comparación a las repeticiones anteriores y eso cambia incluso la emoción que se expresa en la secuencia. Yo tenía el propósito de separar estas dos repeticiones (3 y 4), pero finalmente vi que, para encontrar la máxima velocidad sin perder la secuencia de la danza (4), era necesario también aumentar mi implicación emocional (3).

         También me di cuenta de que, al haber transitado sin pausa por las cuatro repeticiones de las tres secuencias, las repeticiones correspondientes a la última secuencia tuvieron una disposición corporal muy distinta. Estas eran una mezcla de dos cosas, quizás contradictorias pero notorias: estaba más caliente pero también más agotada. En la combinación de estas sensaciones la repetición de la expansión fue muy poderosa y la experimente en grande, pero siento que la repetición de la velocidad no pudo ser tan rápida debido a la fatiga.

              Al final del proceso, encuentro que el área de investigación cobra más sentido para mí, en cuanto ésta se relaciona con la propia práctica. Veo que la repetición está más viva que desvanecida en mi cuerpo. No por ser archivo sino por ser repertorio, no por ser pasado sino ser presente. Archivé mi práctica en un video: https://youtu.be/8e7MJz0UCPc

 

¿Respuestas?

            El haber visto y sentido en mi cuerpo la transformación tras cada repetición me permite reconocerme cambiante bajo la exactitud de una pauta. Por cuestiones corporales el cansancio, el nivel de calentamiento, la memoria y el paso del tiempo y la diferencia en el intercambio entre el estar acompañada o no por personas que transitan el espacio público donde trabajé, la realidad de la repetición recae en el presente, en un presente que no puede volver a ser, pero tampoco desaparece por completo. Por ello, la repetición hablaría de una reacomodación de la conducta viva, como diría Schechner, pero no con el propósito único de mantenerla viva, sino con la intención de ser acción performativa que fluye y se transforma en cada instante, como diría Heráclito.

        Ahora bien, no sabría decir exactamente si la repetición tiene que ver con el archivo o con el repertorio dancístico. Seguramente sí, porque sin ellos no podría verse el referente de partida ni se tendrían las capacidades corporales de lenguaje de movimiento para ejecutar dicha repetición. Pero al final, el hallazgo más poderoso de esta investigación no recae en ello, sino en el encuentro con el hecho cambiante de la corporalidad, que hace que la repetición sea una manera de bailar, y no una manera de revivir o remedar. La danza como performance es en realidad irrepetible, es desvaneciente y fugaz, pues ningún paso podrá ser igual al anterior y ningún cuerpo podrá habitarse exactamente más de una vez. Por eso, así el bailarín intente evadir la desaparición cuando repite, su cuerpo se encuentra habitando la diferencia innata en la repetición; es decir, la distancia que existe siempre entre las acciones que se repiten.

            Los bailarines danzan su repertorio y sus cuerpos danzantes son evidencia o archivo. Gracias a la repetición se encuentra un arte vivo y real, que no se rehace o renace, sino que se hace y nace en la sentencia precisa de su movimiento. Descubrí que la repetición me es más clara en el hacer que en el pensar. Es en la práctica en donde verdaderamente se encuentra el propósito de la repetición: cuerpos reales en movimiento que se permiten la desaparición por la posibilidad de cambiar, cuerpos reales que ofrecen lo vivo de sí mismos, cuerpos que ofrecen su danza momento a momento, cuerpos que dan su presente como quien da flores al público.  

 

Bibliografía

Fernández, F., 2019. No nos podemos bañar dos veces en el mismo río | El Independiente de Granada. [online] Elindependientedegranada.es. Available at: <https://www.elindependientedegranada.es/blog/no-nos-podemos-banar-dos-veces-mismo-rio> [Accessed 3 May 2022].

https://definicion.de/repeticion/

Fernández, F., 2019. Dispositivo Devenir – Práctica expandida Otros Modos de Tocar. In: Otros Modos de Tocar. Bolivia, pp.1 - 2.

Schechner, R., Rivero, S. and Diz, M., 2000. Richard Schecher, Restauracion De La Conducta. [online] Hemi.nyu.edu. Available at: <http://hemi.nyu.edu/course-nyu/global/materials/text/restauracion.htm> [Accessed 3 May 2022].

 

Video

Ejercicio práctico sobre la repetición, Natalia Castellanos Acero. LINK: https://youtu.be/8e7MJz0UCPc?si=ZAgoHLUd6YrK04Zb

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